Por favor responda sinceramente: ¿Cuánto tiempo dedica a defecar? ¿Diez o quince minutos al día? Tenga en mente esta respuesta porque hace unos días el portal adnpolítico.com entrevistó a diversos diputados federales y, entre otras preguntas, realizó una que nuestro patético Presidente puso de moda en 2012: ¿Cuáles son los tres libros que cambiaron su vida?

De las diversas tonterías expresadas por nuestros bien pagados representantes, resaltan los dichos de Maricruz Cruz Morales, diputada del PRI, quien afirmó: O te dedicas a ser dirigente social y te dedicas a hacer propuestas, o te dedicas a leer. Según la diputada, leer es una actividad sumamente demandante. Quizá por ello en México tenemos una vergonzosa lectura promedio de un libro anual.

Según la Secretaría de Educación Pública un egresado de secundaria puede leer a la nada exigente velocidad de 160 palabras por minuto. Por otro lado, según la tienda Amazon el libro promedio de su estantería tiene 64,000 palabras. Lo que significa que si hacemos caso a los comerciales que inundan los medios invitándonos a leer 20 minutos diarios ¡al cabo de un año podríamos leer cerca de 18 libros! (1,168,000 palabras).

Sin embargo, tal vez leer 20 minutos diarios es “demasiado tiempo”. Demos el beneficio de la duda a la Diputada Cruz. Quizá todas y cada una de las personas que habitamos el país somos personas muy ocupadas; excesivamente ocupadas. Entonces, ¿cómo aumentar el promedio de lectura nacional? ¿Cómo “tener cultura“, según las palabras de la Diputada?

Bueno, la solución es evidente. Normalmente las personas defecan todos los días al menos una vez. Y considerando como un tiempo razonable para hacerlo sean cinco minutos ¿qué pasaría si dedicamos ese tiempo para leer?

Leer diariamente a la velocidad de un alumno promedio de secundaria durante 5 minutos significaría una enorme diferencia. Si hacemos cuenta, mantener ese hábito sólo de lunes a viernes (porque siempre es bueno darse un “descanso” de una actividad tan “demandante“) nos permitiría cerrar el año con 3 libros leídos. Es decir, ¡el triple del promedio actual! Por favor informen a la Secretaría de Educación Pública:

¡Leer mientras se defeca garantiza triplicar la media de lectura nacional!

De manera que las conclusiones son evidentes: 1) no importando el pretexto, lo cierto es que si eres incapaz de leer más d elo que defecas, eres un imbécil ( ‘frágil’, ‘débil’, ‘vulnerable’) y 2) ¿Cuándo voy por mi premio nacional de ciencias y artes por esta importante contribución a la cultura nacional?

*Por cierto, este texto fue diseñado para ser leído en menos de tres minutos.