Hace algunos años una candidata pronunció un inteligente discurso que (aprovechando que ya no se dedica a la política partidista) hoy yo parcialmente
recupero. Reproducir sus palabras no implican preferencia o promoción por
partido político alguno. Dirigidas a la juventud mexicana y pronunciadas frente a estudiantes en Monterrey, estas son las frases que considero más trascendentes:

[…]La juventud y en particular los universitarios son la prueba viva de lo que
yo he llamado, en esta campaña ciudadan@s libres.
L@s ciudadan@s libres son los que ejercen su ciudadanía pronunciando en voz alta los malestares que otros callan. Libres para que todas y todos podamos realizar cuanto esté al alcance de nuestras capacidades. Ciudadan@s libres comprometidos con usar la inteligencia liberada para dirigir los cambios inminentes. Ciudadn@s libres que alzan la voz y no están dispuestos a paralizarse y claudicar cuando les insisten que soñar no es una práctica política. Libres para hacer posible la libertad efectiva a través de la organización social.
A est@s jóvenes, a est@s ciudadan@s libres tengo muchas cosas que decirles
para que no se desanimen, para que sigan luchando con el poder de sus convicciones, para que se liberen de la hegemonía del pesimismo, y para que combatan el conservadurismo de la política tradicional. Es a ustedes, al futuro, a quienes les digo:

Libérense de la idea de que es cuestión de tiempo para que tengamos mejores
políticos. Los políticos tradicionales no se van a cansar de sus propias fortunas, de
sus propios intereses, ni de sus actos autoritarios. No van a cambiar solos. Somos los ciudadanos libres los que tenemos que presionarlos para que cambien, para que dejes sus tradiciones de corrupción, de tráfico de influencias, y de abuso de autoridad.
Libérense de la idea de que el mañana no existe. Los políticos tradicionales no
van a dejar de tomar decisiones al aire ni decir que sólo se vive en el aquí y en el
ahora. No van a cambiar solos. Somos los ciudadanos libres los que tenemos que
presionar para que piensen en el largo plazo. Somos los ciudadanos libres los que
tenemos la tarea de acabar con la cortedad de miras y de reconstruir el futuro.
Libérense de la idea de que todo es negociable. Los políticos tradicionales seguirán negociando con sus principios y convicciones como parte del toma y daca de la política de siempre. No van a cambiar solos. Por eso los ciudadanos libres tenemos que usar el poder de nuestras convicciones y la fuerza de nuestros argumentos para lograr los acuerdos que mejor sirvan al país.
Libérense de la idea de que existen las soluciones mágicas. Los políticos
tradicionales usarán todo el maquillaje necesario para pretender que solucionan
problemas, en vez de resolverlos con responsabilidad. Somos los ciudadanos
libres los que tenemos que acabar con la simulación y asumir que las verdaderas
soluciones requieren tiempo y enfrentar los problemas con la verdad. Llamando a las cosas por su nombre. Los cambios toman tiempo. Nada se resuelve en 15 minutos.
Libérense de la idea de que los cambios sólo son cambios individuales. Los
políticos tradicionales le dirán siempre a la gente que las cosas cambian solo si se
empieza por cambiar a uno mismo. Así, más personas se dedican a los cambios
individuales, y menos se dedican a organizarse para cambiar conjuntamente.
Los ciudadanos libres nos organizamos. El cambio democrático en nuestro país no ha sido a base de cambios individuales, sino al trabajo de muchas y muchos trabajando juntos.[…]