Que descanse en paz René Drucker y que sus personas amadas encuentren pronta resignación.

Pero no faltemos a la verdad. Aunque hay quien afirma que la ciencia mexicana ha sufrido una pérdida, lo cierto es que no es así.

Todos recordaremos los resultados “cuchareados” de Drucker; el constante maltrato a sus estudiantes y las múltiples denuncias de acoso sexual que recibió durante su estancia en la UNAM. Mas que un científico, Drucker debe ser recordado por ser un “político corrupto”. Un actor público que utilizó su posición para construir a su alrededor una red de protección y complicidad de la cual se sirvió ampliamente.

Bienvenido sea al basurero de la historia.