Uso el florido adjetivo no tanto como ofensa sino como concepto (a tal propósito recomiendo la lectura del Dr. Cereijido). Junto a la inspiradora solidaridad del pueblo mexicano también vimos la dolorosa indiferencia de nuestro Presidente. Como si se tratase de un juego, Enrique Peña Nieto (PRI) retó a miembros de la prensa a aventar paquetes de “ayuda DIF” con una sonrisa burlona en el rostro. Y unos minutos después Angélica Rivera, su esposa, posó para las cámaras hipócritas lágrimas de tristeza. ¡Sin vergüenzas!

Con similar rapacidad vimos al delegado de Xochimilco, Avelino Méndez Rangel (MORENA), lavarse las manos de su imperdonable negligencia al no reportar los daños sufridos en las localidades bajo su jurisdicción (de San Gregorio nos enteramos por las redes sociales y no por él).

Así mismo, también pudimos ver a un López Obrador (MORENA) promoviendo un peligroso juego de apuestas demagógicas al que terminaron entrando todos los partidos (en especial el PRI): ver quién era el valiente que “renunciaba” a mayor porcentaje del presupuesto electoral; supuestamente para destinarlo al “apoyo de damnificados”.

La tragedia mostró lo mejor de nuestro pueblo, pero también lo peor. Los políticos arriba citados  sorprendieron con su mezquindad, pero algunos particulares tampoco se quedaron atrás. A la memoria de la ignominia internacional se inscriben:

  1. Los asaltantes de voluntarios en Oaxaca;
  2. las constructoras como Canada Building Systems de México S.A de C.V y Dijon S.A.P.I de C.V por si cobardía al momento de responder por las vidas que lastimaron;
  3. la mafia CIRES – MDreieck por volver monopolio comercial la alarma sísmica;
  4. los imbéciles que se dedicaron a propagar el miedo y la desinformación creando rumores y mentiras en redes sociales; y, en especial,
  5. la empresa Televisa por el show que montaron en torno a la tragedia del Colegio Rebsamen con la invención de Frida Sofía.

NO IMPORTA LO QUE PASE, LOS HIJOSDEPUTA SIEMPRE SERÁN HIJOSDEPUTA, parece ser la cuarta lección de la tragedia.

Finalmente, están aquellos que no merecen tan florido apelativo pero que se acercan. Todas esas personas que acudieron a las zonas de derrumbe,  centros de acopio y albergues no para ayudar sino para tomarse una selfie y poder presumir de su “bondad”. Desde celebridades como Anahí Puente (pretendiendo presumir en redes sociales su cabello “despeinado” en superficiales labores de “ayuda”), hasta comunes llenando sus perfiles digitales de proclamas autopromocionales.

Ni qué decir de José Luis Cárdenas Cortés y de Francisco Macías, dirigentes Scouts, que retuvieron por más de media hora el envío de una camioneta de víveres y voluntarios para poder tomarse una foto con Ahmad Alhendawi, Secretario General del Movimiento Mundial Scout, en la que aparentaron ayudar en un Centro de acopio en el que nunca movieron una sola caja y al que sólo iban para hacer breves e intrascendentes actos de presencia.

Gracias a todas esas personas de fácil ego que convirtieron la tragedia en campaña de marketing, gracias por recordarnos la validez de Mateo 6:1-4.

“Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos;   […] Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres  […]”