Entrada migrada del antiguo blog (Publicación:2007-12-09)

Es viernes, es temprano, es menos de 6:15 de la mañana. Menos de diez personas viajamos en un vagón de la linea verde del subterráneo de la ciudad de México (Metro), los muchos tan solo dormitamos, los pocos duermen profundamente,… recuerden, es temprano, es el último día de la semana, es fin de semestre, es cansancio.

Universidad. La última estación de la línea, algunos: los que poseen más fuerza de voluntad, ya están de pie esperando que se abran las puertas, los otros, aunque despiertos, seguimos aletargados en nuestros asientos, nos negamos a aceptar que el recorrido a terminado, deseamos que se alargue para poder seguir durmiendo. Aún quedan algunos que siguen navegando por los mares de Morfeo, si no se despiertan pronto, el metro dará vuelta en “U” y los regresará de por donde vinieron.

Casi todos somos estudiantes, casi todos de la UNAM, solo un par de personas son compañeros trabajadores, uno de ellos es quien empieza a silbar las mañanitas en un afan por despertar a los dormidos…”estas son las mañanitas que cantaba el rey David… despierta, despierta, miiraaa que ya amaneecioo, ya los paaajarillos canntan, la luna ya-se-metiooo… “

Para ese momento llevo 1 hora fuera de casa y 1:20 fuera de mi cama, estoy seguro que varios de mis compañeros de viaje llevaban por lo menos 2 horas fuera de sus hogares. La ciudad es grande, la universidad está al sur, muchos viven en el norte. De cierta forma, y no a proposito, esa lejanía de la universidad nos une, nos vuelve un minúscula comunidad que por sus características, los sociólogos se empeñarían en llamar grupo, pero prefiero pensarlo como una comunidad pasajera, una comunidad que se disuelve al abrir las puertas del vagón en la última estación del trayecto.

Me resulta de interés pensar que aquel grupo, que muy probablemente se repitió en otros vagones, en otros trenes y en otras lineas del Metro, dejara de repetirse dentro de 30 minutos. A las 6:50 AM, ya se lleva tiempo de haberse hecho presente la hora pico de la ciudad, por cientos son abordados los trenes, el flujo de personas sigue en aumento, parece increíble que tal numero de personas puedan subsistir en tan sólo una ciudad.

Para cuando den las 7:30 AM, los vagones, que en horas tranquilas he considerado llenos al alcanzar las 60 personas, empezarán a transportar más del doble de esta cantidad. “Todo entra en un jarrito, sabiéndolo acomodar” nos dice el refrán, en el Metro no hay verdad mas válida. Tan es así, que en una ocasión vi a una joven que, ante la incapacidad de poder abordar por la puerta y la presión de llegar a su destino, abordó por una ventana del tren…

Si aún queda algo de civismo en los capitalinos del DF, a esas horas o se muere o por lo menos se olvida. A esa hora sabes bien que si no abordas el tren que tienes delante, muy probablemente no abordaras ningún otro por lo menos en los 20 minutos siguientes.

De verdad, a veces parece que algunos patrones y algunos profesores son simplemente idiotas o gandallas, parece que ignoran las condiciones de traslado que implica viajar en Metro por las mañanas. Aún sabiendo que es el cuarto subterráneo a nivel mundial por el numero de pasajeros que traslada diariamente (estamos hablando de la mitad de la población de una ciudad de 10 millones de habitantes) se les ocurre pedir una puntualidad intolerante, el menor retraso es excusa para negarte el ingreso al salon de clases o descontarte parte de tu salario. Desde luego, resulta innegable que la puntualidad es un factor decisivo en las organizaciones y en la sociedad, pero ¿qué pasa cuando se descompone el tren? Y a sucedido en varias ocaciones, ¿no deberían tolerar ese retraso?

A pesar de todo, creo que el Metro es bastante eficiente, bueno, la verdad es que solo puedo compararlo con el Subway de la ciudad de Atlanta, USA, el MARTA. Así que entre Metro y MARTA, pues prefiero el metro, es más rápido, más grande y mucho más barato*. Sin duda existen otros subterráneos mil veces mejores que el de la ciudad de México,por ejemplo dicen que el de Moscu es muy bello pero lo desconosco, ojalá y algun día pueda recorrerlo.

Ojo, mi crítica positiva al Metro no significa que este a favor de que se quede tal y como esta, es necesario la construcción de más líneas y por sobre todo de otros medios de transporte que libren de tanta presión a este medio de transporte. Afortunadamente, ya esta en construcción la línea numero 12 del sistema de Transporte Colectivo Metro, la gente del Sur más alejado de la ciudad, de ese sur que hasta hace 12 años no existía va poder trasladarse a un precio mucho mas módico y más rápidamente que si lo hiciera por camión.