Un pequeño grupo de estudiantes intervino la dirección para mostrar su rechazo, “clausurando” con cinta y hojas la oficina por la mañana; justo antes del arribo de Romero a las instalaciones.

 

En respuesta a la acción estudiantil, Romero utilizó la seguridad privada del CIDE como escolta personal al interior del plantel.

Dos estudiantes esperamos en la cafetería el arribo de Romero y logramos grabar su reacción al ingresar a la dirección general. Pudimos atestiguar el notable nerviosismo del guardia que le acompañaba, pues todo el tiempo mantuvo empuñada su arma de cargo. ¡Una situación inaceptable e incomprensible en un campo educativo donde lo normal nunca fue la presencia de guardias armados al interior, pues siempre se mantenían en los accesos perimetrales!

 

Video de la reacción del guardia: https://www.youtube.com/watch?v=m4KEKJNu4as&feature=youtu.be

Al salir de la dirección, se acercó a los estudiantes Óscar García, asistente de Romero, para insistir que hablaran en privado con el director. Se negaron nuevamente y le exigieron que retirara al guardia y dieran garantías para la protesta convocada el próximo lunes. Se limitó a decir que le comunicaría la petición a Romero.

 

 


Después del incidente con el guardia armado Romero acosó al Sindicato de Trabajadores (SITCIDE).

Llamó a sus dirigentes de urgencia para presionarlos y obligarlos a, según sus palabras, “tomar partido: con la cuarta transformación o en contra de ella”. Durante la reunión  Romero recurrió a descalificaciones racistas refiriéndose a los trabajadores como “mestizos” oprimidos por un cuerpo docente “criollo”.

La dirigencia de SITCIDE nos contó que le dejaron claro a Romero que serían neutrales en el conflicto y que, bajo ninguna circunstancia, tomarían partido en contra de los reclamos de un movimiento estudiantil, pues ello sería contrario al espíritu mismo del sindicalismo.